Un negocio en el paraíso
Al llegar a Puerto Escondido, sonreímos al pensar que hemos encontrado el Paraíso. Venimos de vacaciones por unas semanas o meses, tal vez regresamos unos cuantos años seguidos y eventualmente pensamos, "Podría vivir aquí para siempre pero realmente necesito hacer algo para mantenerme feliz financieramente. Así que ¿porqué no abrir un negocio aquí en Puerto y vivir la vida fácil?". Ese era mi plan.
Soy australiana, y ya que La Punta es un destino popular entre los surfistas y mochileros australianos (ver ¡Viva Puerto! 10), un restaurante australiano junto a la playa parecía un nicho esperando a ser cubierto. El resultado fue El Lugar, ahora en su tercer año de servir pasteles de carne y otras delicias del hemisferio sur a visitantes y locales por igual.
No digo que abrir y administrar un negocio en Puerto sea fácil. Significa jornadas de 12 horas, seis días por semana, y mantener una sonrisa en el rostro, sin importar el cansancio. Ayuda mucho que mi trabajo anterior haya sido en relaciones públicas. Comparado con enfrentar a los medios todos los días, hablar con los clientes es pan comido. No es que me queje; aún así estoy viviendo mi sueño de tener un negocio en el paraíso.
He visto a muchos pequeños negocios ir y venir en mis tres años aquí. Hay quienes descubren que no están realmente hechos para lidiar con el público o manejar todas las responsabilidades de un negocio. Con frecuencia sólo es cuestión de estar corto de capital. En general a un negocio pequeño le lleva dos o tres años reportar ganancias. Lleva tiempo establecer una base confiable de clientes y aprender las necesidades del mercado. Se necesita dinero para empezar y dinero para seguir abierto cuando los ingresos son bajos. Aun cuando el negocio va bien y las ganancias son estables, puede ser años recuperar la inversión inicial.
La experiencia lo es todo al comenzar un negocio. Previamente trabajé como cocinera, barista, mesera y barman, además de ser gerente de un pequeño restaurante en Sydney –así que sabía en lo que me estaba metiendo– que no es decir que lo sabía todo; hasta el día de hoy ¡todavía estoy aprendiendo cómo llevar un negocio! Una cosa que he aprendido: cuando se ofrece servicio excepcional por un precio razonable, la persistencia eventualmente asegurará el éxito.
Además de tener los fondos adecuados (comprar refrigeradores, congeladores, estufas, muebles y ollas y sartenes, sin mencionar pintura y plantas e imprimir menús, no es nada barato) y don de gentes, el flamante propietario debe tomar en cuenta el tiempo que toma armar un buen equipo de trabajo. El hecho de que siempre haya letreros de “Se solicita empleado” a la entrada de restaurantes y hoteles habla de lo difícil que es encontrar y mantener buen personal.
Antes de venir a Puerto, trabajé muy duro y mucho tiempo en Sydney como alta ejecutiva en el mundo corporativo. La paga era buena, pero yo sentía que estaba alimentando a la bestia corporativa y no mi alma. Solía mirar hacia afuera de la ventana de mi oficina y pensar que tenía que haber más en la vida. Sentada aquí en mi restaurante, trabajando duro, logrando el éxito personal, ganando una buena reputación al tiempo que recompenso a mi espíritu, sé que tomé la decisión correcta.
TIPS DE NEGOCIOS PARA EXTRANJEROS
- Tener un abogado hizo mi vida sustancialmente más fácil. Habla con otros propietarios de negocios, agentes de bienes raíces y gente local. También investigué mucho en internet.
- Probablemente tengas que cambiar de estatus migratorio. Incluso si tienes la residencia permanente, debes tener permiso para trabajar y hacer negocios. Esto puede que requiera hacer certificados notarizados de su país de origen para mostrar que estás preparado para operar un tipo dado de establecimiento. Esto puede tomar tiempo.
- También tendrás que comprobar ante Migración que tiene un contrato de renta en pesos o un fideicomiso (si es propietario del inmueble), una licencia de operación del municipio, y su registro como contribuyente del SAT.
- La mayor parte de los negocios califican como “pequeños contribuyentes”, lo que significa que sólo pagas un impuesto fijo; pero entonces no puedes emitir facturas, las cuales podrían ser requisito para algún cliente potencial. Así que es probable que tengas que trabajar con contador certificado.
- El proceso puede parecer intimidante, pero se puede lograr. Una vez que hayas completado el trabajo fundacional y hayas pasado de la burocracia, entonces podrás relajarte y disfrutar de este nuevo estilo de vida “junto al mar” que has elegido.