Danzantes con machetes, San Pedro Amuzgos

Fotos: Ernesto J. Torres, Casa 12

Nuestro viaje a San Pedro Amuzgos


Iglesia, Amuzgos
Iglesia, Amuzgos


Pinotepa<br />Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12
Pinotepa
Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12

Aquí en ¡Viva Puerto! nos encanta hacer recorridos de un día y explorar la rica diversidad de la Costa oaxaqueña. En enero nuestra pasión de viajar nos llevó a Ernesto J. Torres (fotógrafo y conductor), Noala Guerra (guía y acompañante musical) y a una servidora (cronista), al mercado de Pinotepa Nacional, para seguir por la carretera 125 a Cacahuatepec, y a nuestro destino final, San Pedro Amuzgos. Tiempo de recorrido: 12 horas.

Salimos de Puerto a las 8 un domingo por la mañana y luego de dos horas y media saboreábamos una rica pancita en el mercado de Pinotepa Nacional. El gran mercado dominical supera lo del mercado Benito Juárez de Puerto, tanto en tamaño como en variedad: mucho pescado fresco y seco, carne de la región, frutas y verduras, y hasta manojos de hojas de tabaco.

Big Ben, Cacahuatepec
Big Ben, Cacahuatepec

La carretera 125 es el camino que conecta la Ciudad de Oaxaca con la carretera 200 al oeste de Pinotepa. Perdimos un poco de tiempo por pasarnos de la entrada y regresarnos, pero en dos horas ya estábamos en San Juan Cacahuatepec. Este adorable y próspero pueblo en las faldas de la Sierra Madre del Sur dispone de una réplica del Big Ben en el Zócalo. También es el lugar de nacimiento del famoso cantautor Álvaro Carrillo. Cacahuatepec en definitiva es un pueblo que vale la pena conocer por sus calles, paisajes y su pequeño mercado dominical.

San Pedro Amuzgos es un pueblo asentado en la colina que irradia encanto. Existe una iglesia antigua con un gran atrio, calles pavimentadas y el palacio municipal recién pintado. A menos de una hora al norte de Cacahuatepec por la carretera 125, es también el centro de comercio de textiles finos elaborados a mano como huipiles, blusas, chales y camisas varoniles. Los amuzgos, cuya comunidad se extiende desde Cacahuatepec a Putla y al este de Guerrero, son muy famosos por sus tejidos, pero los establecimientos venden vestimenta que viene hasta de Chiapas. Al final del día, no importa su procedencia, la calidad es de lo mejor.

Bajando por una calle lateral, tuvimos la fortuna de encontrar un grupo de danzantes con trajes regionales blandiendo machetes al ritmo de la música de una banda tradicional. Estábamos siendo testigos de la ceremonia de transferencia al nuevo mayordomo de la caja del Niño Jesús. La fiesta incluía una generosa cantidad de aguardiente cortesía del nuevo titular del puesto, Prof. Rolando Joaquín Merino Merino.

Calle, Cacahuatepec<br />Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12
Calle, Cacahuatepec
Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12

La mayoría de los diez danzantes eran hombres de todas edades pero también había dos jovencitas. Formaban dos hileras y al son de la música ondulaban los machetes sobre sus cabezas y golpeaban los de su pareja. Los machetes eran cortos y muy abollados por los constantes choques. Cada pocos minutos la fila rotaba y se formaban nuevas parejas. Parecía peligroso, (¿mencioné que se estaba ingiriendo alcohol?), pero los danzantes eran buenos y resultaron ilesos.

Casa de Álvaro Carrillo, Cacahuatepec
Casa de Álvaro Carrillo, Cacahuatepec

Mientras tanto, se formaba un nubarrón y partimos de San Pedro Amuzgos con una lluvia intensa que nos acompañó hasta entrar a Pinotepa Nacional. Ya estábamos cansados y con hambre, pero decidimos aprovechar el resto de los rayos del sol y continuamos hasta llegar a Rinconada al restaurante Paris, donde disfrutamos una estupenda cena.

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