De cómo el café puso a Puerto Escondido en el mapa


Cerezas de café, Pluma Hidalgo
Cerezas de café, Pluma Hidalgo

El café llegó fuerte a Oaxaca en la década de 1870, una época en la que México, bajo la presidencia de Porfirio Díaz, estaba desarrollando cultivos comerciales para exportación. El consumo de café en Europa y los Estados Unidos crecía exponencialmente y las montañas de la Sierra Madre del Sur poseían la altitud y clima perfectos para los árboles de café y hubo una inversión de capital de Miahuatlán además de subsidios gubernamentales. El único problema era que la población indígena no quería ser desplazada de sus tierras comunales o dejar sus granjas para convertirse en peones de los cafetales.

Sin embargo, a través de varias argucias, incluyendo la creación de un nuevo municipio –Pluma Hidalgo– en 1880, las tierras comunales fueron privatizadas y grandes plantíos florecieron en los distritos de Pochutla, Juquila y Jamiltepec.

Pluma Hidalgo
Pluma Hidalgo

La producción de café requiere de mucha mano de obra, especialmente durante la cosecha. Cuando los chatinos de la región de Juquila y Nopala comenzaron a sembrar sus propios cafetales, se volvió más difícil para las fincas grandes el encontrar trabajadores. Para desalentar a los pequeños productores, Juquila decretó un impuesto de tres pesos por arroba de café. A veces las fincas tuvieron que recurrir a la fuerza, acorralando a los campesinos y no liberándolos hasta que todo el café había sido cosechado.

El 6 de abril de 1886 los indios chatinos atacaron la capital de Juquila… Contando unas mil personas, protestaron contra el nuevo impuesto arrasando la región entre saqueo y pillaje. Gritando “Mueran todos los que usan pantalones” arremetieron violentamente contra la gente decente [blancos y mestizos que vestían atuendo europeo]. Quemaron la presidencia municipal y los archivos judiciales. Decapitaron con machete a veintidós habitantes, entre ellos a dos jueces, al jefe político, al presidente municipal y a otros funcionarios.
Francie Chassen-Lopez. p. 1.

La rebelión fue aplastada por el ejército, 30 de sus líderes fueron ejecutados y muchos otros fueron exiliados a Quintana Roo. El nuevo jefe político, Carlos Woolrich, decretó que nadie podía entrar a Juquila en atuendo tradicional – huipiles para las mujeres o camisa y calzón de manta para los hombres. Pero el impuesto a la propiedad privada con valor menor a 100 pesos fue anulado. La rebelión se hizo conocida como la “Guerra de los Pantalones”.

Despulpadora antigua, Pluma Hidalgo
Despulpadora antigua, Pluma Hidalgo

El triunfo de los hacendados duró poco tiempo. En 1897 el precio del quintal de café cayó de 35 a 6 pesos. La crisis internacional de café –causada por una sobreproducción en toda América Latina– destruyó a los grandes productores mexicanos quienes se vieron forzados a vender sus fincas a precios minúsculos, principalmente a compañías alemanas.

Puerto Escondido tenía tan sólo 27 habitantes en 1927, cuando apenas comenzaban los embarques de café. Puerto fue designado un puerto internacional con su propia oficina de aduanas en 1929. La población había crecido a 55 para 1930, y se había más que triplicado en los siguientes diez años, llegando a 169 en 1940. (Creció a 281 habitantes para 1950 y a 764 para 1960).

El grano de los plantíos en San Gabriel, Nopala, Juquila y San Juan Lachao llegaba en burro al pueblo de San Pedro Mixtepec, donde más de 100 mujeres hacían el proceso y la selección. De ahí era transportado en camión por caminos de terracería a Puerto. Los productores más grandes eran las Hermanas Silva, dueñas de las plantaciones Sinaí y Soledad, el alemán Felipe Merkling, de La Korruba. Vidal Rojas Alderete fue el primero en cultivar café en la región, y fundó Jamaica en San Gabriel Mixtepec en la década de 1870. Desde entonces Jamaica ha estado en las manos de la familia Rojas.

Finca San Isidro, San Gabriel Mixtepec
Finca San Isidro, San Gabriel Mixtepec

En 1943, México declaró la guerra contra Alemania y a Merkling se le dio la opción de renunciar a su nacionalidad o salir del país. Decidió regresar a Alemania. Guillermo Rojas Mijangos compró La Aurora, una finca de Korruba, en una subasta del gobierno después de la guerra. Rojas Mijangos también construyó la pista que estaba en Rinconda, y fue el único productor de café que traía su grano por aire a Puerto.

El último cargamento de café salió de Puerto en 1975. Algunas fincas grandes, como Soledad, ya no cultivan café, aunque sí procesa granos de producción local y conserva su marca. Pero la historia del café en nuestra región de Oaxaca continúa. Café de alta calidad, orgánico certificado y de especialidad proveniente de cafetales como Sinaí y Finca Las Nieves, ambos en San Juan Lachao, están ganando premios y encontrando nuevos clientes internacionales para su producto. Guillermo Rojas Saldaña produce café de especialidad en su finca, Jamaica, en San Gabriel. Una de las bodegas de café todavía existe cerca de la Capitanía de Puerto. y en años recientes ha sido el local de varios bares y restaurantes. Ahora es el club de música Atemoztli.

La mayoría de los presidentes municipales de San Pedro Mixtepec durante los últimos 100 años han provenido de familias que son o eran propietarias de cafetales en San Gabriel Mixtepec. Los nombres Silva, Gopar, Rojas y Ramírez se repiten una y otra vez.

Fuentes:
Chassen-Lopez, Francie, From Liberal to Revolutionary Oaxaca, 1867-1911; Pennsylvania State University Press, 2004.
Gopar Martinez, Eleuterio, Acercamiento microhistórico al pueblo de San Pedro Mixtepec, Oaxaca, 2012.

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