Zicatela: Playa, Ola y “Ballena”
Tú eres la mar
Yo soy la arena
Yo voy contigo
Donde tú quieras.
“Al Padre Santo de Roma”
de Camarón de la Isla
“La playa le pertenece al océano”
Robin Cleaver, dueño del Hotel Santa Fe.
El concepto no me quedaba claro. Yo pensaba que la playa era una franja de tierra cubierta con arena que Dios en su sabiduría había creado con el propósito de colocar sillas para asolearse. Cuando los oleajes gigantes se llevaban la arena, parecía, a mis ojos inexpertos, erosión: una malévola destrucción del trabajo del Señor. Ahora veo la playa como un área expuesta del suelo marítimo, y su tamaño y contornos cambiantes como parte de un ecosistema mucho mayor que incluye tortugas, cangrejos y rayas.
Los grandes oleajes generados por las tormentas de invierno en el Pacífico sur llegan a la costa de Oaxaca durante nuestro verano. (Estas olas, que viajan desde lugares tan lejanos como Chile y Nueva Zelanda, en realidad no mueven moléculas de agua a lo largo de su trayecto, igual que las ondas de radio no mueven el aire a través del cual pasan.) Cuando las oleadas muy grandes convergen con las mareas más altas y el mar se lleva la mitad de la playa, se forma un nuevo paisaje submarino a partir de la arena que se encuentra bajo el agua.
Zicatela, conocida mundialmente como “The Mexican Pipeline”, es la mayor playa de surf en México, y sus competencias son parte del circuito para los surfistas profesionales.
Lo que hace tan excepcional la ola de Zicatela es una combinación de factores que incluye la forma de la playa, la falla, el viento de la zona y el contorno del suelo marítimo – las zanjas y los canales siempre cambiantes.
Sin embargo las olas de fábula de Zicatela se ven siempre en peligro por cualquier cosa que pudiera inhibir el libre flujo de la arena o del viento que sopla desde tierra. Algunos surfistas de mucho tiempo aquí dicen que las olas solían ser mejores, y le echan la culpa a los sedimentos que se ven arrastrados durante la temporada de lluvias desde la Lázaro Cárdenas, la comunidad que está sobre la colina arriba de la carretera, por haber creado bajo el agua un suelo de tierra densamente compactado.
Este año la playa enfrentó otra amenaza: una construcción de cemento dentro del área donde la arena y el océano aún son libres. El restaurante/bar propuesto, oficialmente llamado el “Number One”, pero conocido localmente como la Ballena, debido a la fachada que tendría en la forma del Leviatán, iba a ser el edificio más alto de Zicatela – cinco metros más palapa – y gente familiarizada con el proyecto dijo que la intención era convertirlo en una disco.
Aparentemente el promotor del proyecto, Ivan Negrisoli de la corporación mexicana Rawe Party S.A. de C. V., tenía todos los permisos necesarios del municipio de Colotepec, así como un permiso de SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), cuando comenzó la construcción en marzo de 2012 de cimientos de cemento mucho más cerca de la línea de la costa que ninguna de las palapas de Zicatela.
El 19 de abril la Asociación de Hoteleros de Puerto Escondido, liderada por su presidente Austreberto Garfías Arandía del hotel Olas Altas, montaron una protesta en el sitio y efectuaron una “clausura ciudadana”. Esta no era un grupo de rebeldes o jóvenes (aunque en otro frente, una página de Facebook administrada por surfistas de San Diego también había emitido ya una alerta), sino gente de negocios de edad media que son la columna vertebral de Puerto. La ocupación hotelera es el indicador económico de Puerto del que lleva registro el gobierno del estado, no los precios de los bienes raíces ni los ingresos de los bares o restaurantes. Los hoteles no son solamente la mayor fuente de empleo, pero también pagan una fuerte porción de los impuestos locales.
La principal preocupación de los hoteleros era mantener la belleza natural de Zicatela y evitar que sea un sitio de antros ruidosos. Es fácil imaginar todos los fines de semana al estilo Semana Santa una vez que la autopista a Oaxaca esté terminada, si se permite que la playa se convierta en el centro del reventón. Y eso significaría el fin del turismo nacional e internacional tal y como lo conocemos.
No era solamente una cuestión de dinero. A diferencia de Huatulco o Playa del Carmen, los hoteles de Puerto son empresas independientes, y ya que la mayoría de los dueños de éstos viven aquí, tienen interés en proteger el medio ambiente. Si se permitiera proceder con el proyecto de la Ballena, otras construcciones similares le seguirían.
En una entrevista una semana después de la protesta, Silviano Cruz, el regidor de turismo de Santa María Colotepec, le dijo a ¡Viva Puerto! que sólo se le permitiría a La Ballena construir una palapa de restaurante/bar similar a la de Grekos. Sin embargo, la construcción de los cimientos continuó hasta el 29 de junio, cuando el sitio fue clausurado por PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente).
El informe de 19 páginas de PROFEPA indica un número de irregularidades en la construcción que causó contaminación en la arena, el agua y el aire. Sin embargo, la primera infracción fue por el tamaño del proyecto que era más que los 240 metros cuadrados de la concesión.