Crecer con Puerto Escondido
Todos sabemos que la autopista Oaxaca — Costa se encuentra muy cerca de estar terminada. Lo que no sabemos es exactamente qué impacto tendrá sobre el turismo en Puerto.
Sin saber los cambios que habrá, podemos esperar lo mejor. La gente y los negocios comienzan a prepararse para una mayor afluencia de turistas, ya que todos esperamos que el turismo crezca. Entonces ¿qué haremos para crecer conforme al crecimiento?
Como una persona que ha operado un negocio/restaurante aquí en la Punta de Zicatela por cuatro años, decidí que era momento de echar un vistazo a mis opciones y mirar si había forma de aumentar mis ingresos al tiempo que mantengo la reputación de El Lugar (mi restaurante) intacta, o de hecho aprovecharla y hacerla crecer.
Había muchas opciones; mudarnos a un lugar en Zicatela donde es probable que lleguen más turistas, o abrir un segundo El Lugar, tal vez en Rinconada. Y también estaba la opción de reducir el tamaño de la operación y tener un menú más especializado.
Mientras yo valoraba las opciones, mi socio Gustavo y yo fuimos abordados por el dueño de un negocio de La Punta, un lugareño de la colonia. Nos ofreció la oportunidad de rentar todo su hostal. Para ser honesta, me sentí bastante halagada por ser ahora considerada parte de la comunidad y que confiaran en mí como para dirigir un negocio que había sido construido a lo largo de muchos años. Caminamos 50 metros calle abajo para ver el sitio. Me gustó.
Ambos estábamos emocionados por la oportunidad, pero mi preocupación era que fuera demasiado difícil operar un hostal y tener un restaurante en otro local. Para ganar dinero hay que trabajar duro, y la logística de controlar ambos negocios sería casi imposible. Otra cosa que había que tomar en cuenta era el pago de renta por dos propiedades en lugar de sólo una. No quería una situación en la que un negocio cubriera los gastos del otro. Quería que ambos negocios funcionaran independientes el uno del otro.
Así que le propuse al dueño que tal vez pudieramos incluir en la renta la tienda de surf que él tenía al frente del hostal y la convirtieramos en el nuevo El Lugar. Lo pensó durante un rato, y estuvo de acuerdo en que sería una buena idea. Y así sería. Contratos firmados, acuerdos tomados y estábamos a bordo.
Con un gran equipo (y mi pobre sobrino James, que estaba de visita y quien no tenía la menor idea de lo que le esperaba) comenzamos el proceso de hacer crecer nuestro negocio. Teníamos un espacio mucho más pequeño para el restaurante, pero le pusimos todas las ganas, trabajamos día y noche y al fin, estábamos listos para mudarnos en menos de dos semanas.
Fuimos muy afortunados porque no había demasiado trabajo qué hacer aparte de construir una nueva cocina para El Lugar. Renovamos el nuevo local mientras que el antiguo El Lugar todavía estaba en funcionamiento. Construimos una nueva barra para la cocina y un fregadero con repisas, todo con madera reciclada. Pintamos, limpiamos, tallamos y barnizamos todo. Se veía fresco y rústico al mismo tiempo. El hostal estaba en muy buenas condiciones pero tuvimos que inyectarle algo de dinero para hacer algunos cambios personales y esenciales. Primero, habría buenos colchones, sábanas de buena calidad y que hicieran juego, cortinas de baño, asientos en todos los escusados y papel de baño en todas las habitaciones. Hecho.
Ya casi hemos llegado, y con El Lugar funcionando bien en un local nuevo y mejor, y todos los pequeños arreglos ya hechos al hostal, nos sentíamos bastante satisfechos de que habíamos hecho todo lo que podíamos – para empezar. Todavía hay más cosas que quisiéramos hacer, y que necesitamos hacer, para hacerlo nuestro, pero ya llevamos un buen trecho avanzado.
Hay mucha gente que le teme al cambio y sólo se sienten cómodos en su espacio seguro. Como podrán imaginar, siendo australiana y habiendo hecho realidad mi sueño de abrir un restaurante aquí en México, personalmente amo el cambio. Quedarme estancada no es una opción para mí. (Ver ¡Viva Puerto! #11).
Lo chistoso es que sé que podría haber mantenido El Lugar funcionando exitosamente (trabajé muy duro por cuatro años para llevarlo a donde estaba), y podría haber seguido haciéndolo crecer basada en esa reputación en el antiguo local, pero tras cuatro años realmente era hora de un cambio. Aunque estoy en la misma calle, de hecho el mismo lado de la calle y sólo 50 metros calle abajo, un enfoque fresco y nuevo del negocio viene de la mano con un nuevo local. Estamos emocionados con las oportunidades que este cambio nos ofrece.
Incluso si no hay un aumento significativo de turistas que visiten Puerto, este cambio era una necesidad para mí. Como ciudad, constantemente estamos cambiando y en movimiento. Los negocios van y vienen. Los restaurantes ofrecen cada vez más una mayor variedad de cocinas para turistas y locales. La calidad y la limpieza son importantes si nos van a tomar en serio como destino turístico.
Así que esperamos con gusto el futuro, traiga lo que traiga. Espero estar aquí durante mucho tiempo; este es mi hogar y en este momento estoy en el mejor lugar (personalmente) en que haya estado en un buen rato. Tengo un gran reto por delante. Sé que no será fácil, pero fácil nunca fue una opción.
Y sin embargo, estoy esperando una nueva era en la historia de Puerto Escondido. ¡Y estoy lista!
