Migrantes alrevesados - Los nómadas digitales de Puerto Escondido
Los ves por todas partes, individuos sentados en cafeterías pegados a sus computadoras, casi siempre con audífonos, y te intrigas de el porque no están en la playa o paseando con sus amigos. En realidad, están trabajando.
Hace años, los jóvenes acudían a Puerto por las olas. Mochileros australianos e israelitas, llenaban los hostales de Zicatela y La Punta, conociendo amigos a los que les gustaría ver de nuevo en Palenque o el lago Atitlán. Pero ahora la voz que corre es que Puerto es un lugar muy bueno para hacer tu trabajo: con mucho sol y sombra, mucha paz y tranquilidad en primavera y verano y además buenos restaurantes, el mejor café y una conexión a internet confiable en Rinconada. Y comparado con muchos lugares de México, Puerto sigue siendo económico, especialmente si te pagan en dólares o euros.
¿En donde diablos está Vera Caldeira da Silva? La encontramos mientras pasaba dos semanas en Puerto. Pero igual la hubiéramos podido encontrar en Tailandia (un mes), Camboya (tres semanas), India (dos meses), Berlín (un mes), Lisboa (dos meses) o Nueva York (tres semanas). Recientemente ha estado en la Ciudad de México y Oaxaca.
¿Cómo es que la portuguesa de 27 años, con título en relaciones internacionales de una universidad escocesa, puede sostener esta pasión por viajar? Ella trabaja a distancia como representante de servicio al cliente para una compañía británica que administra arrendamientos a corto plazo en Londres. Ella habla con los huéspedes y transmite información como día y hora de arribo, y necesidades especiales al equipo local. Normalmente trabaja 6 horas diarias, cuatro días a la semana. Tiene un sueldo por hora y su horario es flexible. Ha estado haciendo esto por un año.
Vera prefiere hospedarse en hostales. Se le hace fácil conocer personas ahí, y confía en que en los voluntarios del hostal conocen los mejores lugares para comer y salir a bailar. (Los voluntarios son mochileros internacionales que por algunas semanas trabajan a cambio de alojamiento.)
Ten gusto por las matemáticas y conoce el mundo. Esta es la experiencia de Chris Chan. Este californiano de 32 años ha viajado extensamente por Europa, Asia y Centro y Sudamérica los últimos tres años mientras trabaja tiempo completo como líder de desarrollo matemático para zyBooks, una compañía de libros de texto en línea.
Chris usa el término “arbitraje geográfico” para describir su estilo de vida. Para él significa recibir un salario estadounidense mientras ahorra en gastos haciendo el trabajo en el extranjero. Usualmente pasa de 5 o 6 horas diarias frente a la computadora, siete días a la semana. El resto del tiempo lo dedica al turismo. Su estancia en México incluye tres semanas en Puerto Vallarta, tres en Guadalajara y un mes en la Ciudad de México, esto antes de las tres semanas dedicadas a Puerto Escondido (incluyendo una semana en Zipolite y Mazunte) en abril.
Chris regresa periódicamente a San José, California a visitar a su familia y cuando su trabajo le requiere ir a conferencias o juntas importantes. Pero apunta que logra realizar más trabajo cuando se aleja de las distracciones de la oficina. De Puerto planea ir a la Ciudad de México y de ahí, después de una escala en San José, irá a visitar amigos a Londres para luego partir a Europa Oriental a explorar los países que le faltaron en su viaje anterior.
Gerit Tirik, 26, trabaja remotamente como diseñadora gráfica para un “start-up” en su natal Estonia, mientras trabaja por su cuenta para una agencia de diseño en la república báltica. Durante los últimos dos años, esta nómada digital ha vivido y viajado por seis meses en el Asia del Sudeste (Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam), cuatro meses en Chile y la Argentina y un mes en Bolivia.
Este año lo empezó con tres semanas en Cuba seguidas por un mes en México, visitando Tulum, Mérida y San Cristóbal de Las Casas, antes de asentarse finalmente por tres meses en Puerto Escondido. Entre sus viajes, ella pasa unos meses en Tallin disfrutando amigos y familia. Mientras hace todo esto, ella trabaja un promedio de 120 horas al mes. Aún con todo esto, le da tiempo para surfear y por eso escogió venir a Puerto Escondido.
En mayo, el Hostal Selina en Zicatela, inauguró la primera zona de trabajo compartida en Puerto; donde trabajadores remotos pueden, por una tarifa diaria, semanal o mensual, disfrutar de internet de alta velocidad (20 Mb/s), en una sala con aire acondicionado y vista al mar.
Selina le acomodó al consultor administrativo de estrategias de negocios, Kosta Stavreas quien ha trabajado remotamente por tres meses, mayormente en la Ciudad de México, cuando lo entrevisté en mayo. Le gusta el hostal porque le da la oportunidad entablar amistad con otros nómadas digitales. Hay alberca, bar y fiestas dos noches a la semana.
El australiano de 38 años, con licenciaturas en derecho, economía y finanzas, trabajó los últimos 10 años en Nueva York, y no ha tenido problemas encontrando clientes estadounidenses desde que empezó a trabajar a distancia en México. Algunos trabajos son solo de un día, otros se extienden por meses. Trabaja de seis a doce horas al día, siete días a la semana. Su meta, sin embargo, es fundar su propia empresa tecnológica en Los Ángeles, Nueva York o San Francisco.