Brisas de Zicatela: La historia de una invasión de tierra
Aquellos que saben no dicen nada, y quienes hablan maquillan los hechos. Este es un boceto a grandes rasgos de la historia de la Punta de Zicatela.
El conflicto entre los municipios de Santa María Colotepec y San Pedro Mixtepec por Puerto Escondido datan al menos de la década de 1920 cuando el café proveniente de Nopala y San Gabriel era embarcado desde lo que ahora es el estacionamiento a un lado del muelle de la Playa Principal. En aquel entonces no había embarcadero, el café era transportado en pangas a los barcos que las esperaban fuera de la costa. De acuerdo a uno de los "Cuadros sinópticos de los pueblos, haciendas y ranchos" llevados a cabo por el estado de Oaxaca en 1883, Puerto Escondido es parte de San Pedro Mixtepec; pero en otro cuadro del mismo año, se muestra que pertenece a Santa María Colotepec.
La gente en Colotepec dice que ellos renunciaron a reclamar Puerto Escondido, incluyendo todo Zicatela, poco antes de la expropiación de 1970 durante una reunión con el gobernador en la que se les prometió electricidad, agua potable, caminos, y una casa de salud. Otra historia diferente dice que hubo dinero de por medio.
Así que cuando Puerto Escondido fue expropiado desde Punta Colorada hasta la Punta de Zicatela por Fonatur para desarrollarse como un importante centro vacacional, se estimó que toda la zona pertenecía a San Pedro Mixtepec. Las tierras en lo que ahora se conoce como Brisas de Zicatela, Tamarindos, y Santa María, fueron cedidas a personas en la Ciudad de México y en otros lugares, quienes ganarían mucho dinero cuando llegaran las empresas hoteleras internacionales.
Nos ubicamos ahora en 1982. No hay desarrollos vacacionales, pero Fonatur aún es un jugador. Colotepec todavía no tiene electricidad, agua potable, caminos, etc. Alejandro Cárdenas Peralta, un nativo de Pochutla, es el delegado federal para el Distrito 10 el cual incluye Colotepec. San Pedro Mixtepec está en el Distrito 11. Justo Salvador Maldonado es el presidente recientemente electo de los Bienes Comunales de Colotepec. Los dos dirigieron una “invasión” a Brisas de Zicatela, reclamándola parte de Colotepec. Cárdenas fue asesinado en febrero de 1985 y Salvador cinco años más tarde.
La tierra era una selva virgen, con árboles de huizache con largas espinas y mezquite. Justo Salvador publicó una proclamación ofreciendo actas de posesión de pequeños lotes para cualquier persona de cualquier lugar (no sólo de Colotepec) que tenga la disposición de limpiar el terreno. Se hizo publicidad en los periódicos y en la radio. Mucha gente vino de Miahuatlán (existe ya una historia de migración desde esa región a Puerto) que es el lugar de nacimiento de Justo Salvador.
Amancia Márquez Reyes, quien es propietaria del restaurante “Doña Amancia” en la calle Tamaulipas, era una viuda de 40 años con 4 niños viviendo en cuartos rentados en la Colonia Benito Juárez de Puerto en 1982. Nativa de San Pedro Atoyac, un pequeño municipio en las montañas cerca de Pinotepa Don Luis, vino a Puerto después de haber vivido muchos años en Jamiltepec. Hubo muchas viudas como ella que respondieron al llamado de Justo Salvador. Su trabajo era limpiar las ramas que los hombres cortaban con sus machetes. Entonce le fue dado su lote, y ella construyó una palapa para su familia.
Sin embargo, la mayoría de las personas a quienes se les dieron lotes no vivían ahí. No hubo caminos y la energía no llegó hasta 1990; tampoco hubo agua potable hasta el año 2000. La luz venía de lámparas de queroseno y el agua era traída desde un pozo comunal. Las mujeres lavaban su ropa los sábados en el Río Colotepec en La Barra.
El caso más típico es el de la mamá de José Silva, quien sostenía a su familia en Puerto haciendo tamales. Ella y sus hijos también limpiaban la tierra y se les dieron lotes, los cuales fueron cercados y mantenidos por ellos mismos. Ella vendió el suyo en 1996 para cubrir el costo de una emergencia familiar. Otras personas vendieron sus lotes para comprar tractores o camionetas. No hay duda de que mucha gente humilde obtuvo ganancia de la distribución de la tierra.
La invasión de Zicatela llevó al área a estar legalmente denominada como "zona de conflicto" entre los dos municipios, y Fonatur se dio por vencido en sus planes para Puerto en 1984 y se trasladó a Huatulco. Fue hasta hace algunos años que la tierra aún estaba mayormente sin ocupar, el mantenimiento de los registros era malo, y algunas de las autoridades locales no eran totalmente honestas. Fueron publicadas nuevas actas, y se supo que hubo casos de dos o más actas para el mismo lote.
Hoy la situación se ha mejorado mucho. El plan de Fonatur para grandes hoteles nunca fructificó, pero los últimos 15 años han visto un auge en las casas y departamentos vacacionales. El terreno se cotiza ahora entre 1,000 y 2,000 pesos el metro cuadrado, pero todavía es una de las comunidades con playa más económicas de la costa del Pacífico, con todos los beneficios de Puerto Escondido a sólo unos minutos.