Editorial
¿Cómo llegamos aquí?
México como destino turístico parece una opción tan obvia (¡Playas! ¡Pirámides! ¡Ciudades coloniales! ¡Culturas indígenas! ¡Arte! ¡Artesanía!) que es fácil olvidar que no siempre fue así. Durante el siglo 19 y buena parte del siglo 20 las playas estaban en el Mediterráneo; las pirámides, en Egipto, y la comida exótica (¡caracoles de tierra! ¡ancas de rana!), en Francia. Debido a la infraestructura –trenes, hoteles, guías– viajar por Europa y Egipto era mucho más fácil, aun para los norteamericanos, que ir a México.
Muchos extranjeros viejos dirán que "descubrieron" a México por sí mismos, pero en realidad, el gobierno mexicano inició el fomento a la industria del turismo en el sexenio de Lázaro Cárdenas para atraer divisas después de la nacionalización del petróleo . En aquel tiempo, Cuba era el único lugar en América Latina con una industria turística desarrollada, pero todo se encontraba en manos extranjeras y no contribuía a la economía nacional. El plan del estado mexicano fue invertir en infraestructura y así fomentar una industria turística a través de la cual el dinero se quedara en el país. (The Development of Mexico's Tourism Industry: pyramids by day, martinis by night, por Dina Berger.)
En este número visitamos la Punta de Zicatela, una comunidad de mexicanos y extranjeros que debe su existencia al proyecto nacional de desarrollo turístico, pero con el singular toque de Puerto.
Barbara Joan Schaffer
Editora y directora
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