Una taza de café
Como mucha gente de mi generación, crecí tomando Nescafé y café de marca de supermercado del que uno preparaba en una cafetería eléctrica. No fue sino hasta los años de 1970 que las cafeterías comenzaron a vender mezclas de café de todo el mundo, y aprendimos a distinguir entre un tostado francés ligero y tostados oscuros, entre otras cosas. Ahora, viviendo en el estado de Oaxaca, donde se producen algunos de las mejores variedades de café del mundo, ni se me ocurre pedir un tostado oscuro ni menos Nescafé.
Simplemente, un tostado oscuro mata el sabor del grano de café. Lugares como Starbucks usan tostados oscuros para poder asegurar uniformidad en el producto. Sí, se recibe una buena descarga de cafeína, pero se pierde el sabor secundario afrutado. (Piensa en la diferencia entre tomar un vino barato y uno con un bouquet complicado.) Los conocedores recomiendan pedir café de altura (cultivado arriba de los 1,000 metros sobre el nivel del mar), de grano medio tostado (color café claro a medio). Los granos o el café recién molido deben de ser almacenados en un recipiente hermético ya sea de vidrio o de cerámica a temperatura ambiente.