La autopista a Oaxaca sigue avanzando
Todo es trabajo, trabajo, trabajo, día y noche conforme la construcción marcha a toda velocidad en la autopista a Oaxaca. Ésta es la carretera de cuota de 104 kilómetros entre Ventanilla y Barranca Larga, Ejutla. Ventanilla está a sólo unos kilómetros en las afueras de Puerto Escondido. Ejutla se encuentra a una hora más o menos de Oaxaca. Ya existe una carretera libre que conecta a Ejutla con Oaxaca.
Se supone que ICA, el contratista de infraestructura más grande de México, debía haber terminado la autopista para finales del 2014. Actualmente la fecha estimada es para finales del 2015. Por lo que vimos en un viaje que hicimos el 5 de noviembre de Colotepec a San Pablo, Coatlán, no parece un objetivo inverosímil.
Como informamos en la edición de noviembre-diciembre 2014 de esta revista, el tramo entre Ventanilla y el Río Colotepec carece tan sólo de asfalto y la terminación del puente Pita. Pero ni se les ocurra ir a constatarlo por ustedes mismos; hay guardias de seguridad para evitar la entrada a vehículos no autorizados. (Nosotros viajamos con autorización).
El puente que cruza el río Colotepec todavía no tiene calle, pero ya hay barras de acero alineadas y listas. Al río ahora lo atraviesa una calzada de tierra apisonada. El tramo 2 cubre los 20 kilómetros de sierra al poniente del rio Colotepec y se extiende hasta el final del municipio y el túnel de Santa Martha. La mayor parte de esta sección también ha sido terminada, a excepción del pavimento.
El tramo 3, de Santa Martha a San Antonio Lalana es parte autopista, parte vía de acceso, pero la carretera era tan buena que de hecho no nos dimos cuenta cuando pasamos la desviación en el entronque de Lalana. En septiembre no pudimos avanzar más allá de Lalana. Dos kilómetros al norte del entronque, vimos las marcas en una roca que indican dónde será construido el segundo túnel.
En la región escabrosa y cubierta de bosques de pinos de la sierra de San Sebastián Coatlán, en un área que cubre 10 kilómetros, no hay ningún trabajo de construcción en curso. Aquí los constructores están esperando a que el Estado resuelva un conflicto de fronteras entre las comisiones de tierras comunales de San Sebastián y San Francisco, San Pablo Coatlán. Históricamente, las montañas que separan a estas dos comunidades formaban una frontera natural entre ellas. Demasiado empinadas para cultivo o pastoreo, y sin caminos para la extracción de madera, la tierra cobró valor tan sólo cuando el Estado se la compró a San Sebastián para la autopista. Ya que todas las partes están ansiosas por que se termine la autopista, se espera que el Estado de una solución monetaria que satisfaga a los comisariados.
Así que justo a la mitad de la autopista (a alrededor de 52 km de distancia de ambas puntas) tuvimos que desviarnos por la vía de acceso que nos llevó al noroeste de la autopista al pueblo de San Sebastián Coatlán y luego tomamos otro camino que atraviesa la sierra hasta el entronque con San Pablo, 20 kilómetros al norte. La desviación sumó 90 minutos de ida y otros tantos de vuelta a nuestro viaje.
Pudimos observar el camino abierto sin obstrucción alguna que llega a Barranca Larga. Ya que el invierno pasado viajamos por esta vía de San Vicente Coatlán hasta el final de la carretera, (Ver ¡Viva Puerto! #12). dimos por hecho que uno podría fácilmente conducir los 35 kilómetros desde San Pablo hasta Barranca Larga.
Comimos en San Sebastián, pero yo insistí en que hiciéramos una parada en San Pablo para visitar El Patrón Sports Bar. Este establecimiento, propiedad de José Luis Mera y su familia, es definitivamente el lugar más cool en la ruta de la autopista. No presten atención al hecho de que no aceptan mi dinero y que las dos veces que he estado allí insisten en darme una botella del mezcal local. El asunto es que José Luis pasó 12 años en EU, habla perfecto inglés, y quería poner un sports bar en su pueblo natal. Hay una sola mesita, media docena de bancos en la barra y una máquina de karaoke. Pero aparte de cerveza y mezcal, el bar ofrece una variedad de licor doméstico e importado más grande que la que se pueda encontrar en la mayoría de los lugares en Puerto, por no mencionar los cócteles. Y así, con un resucitador mezcal y una buena taza de café, nos dirigimos de vuelta a Puerto.
El otro momento culminante del viaje fue observer cómo se excavaba el túnel de Santa Martha. Por dentro la montaña es de pura tierra. No entraré en detalles técnicos, los cuales no comprendo, pero un ingeniero en el sitio nos explicó que la dinamita no sería utilizada.
Nos tomó dos horas y media manejar hasta el poste indicador de los 155 km (100 es Barranca Larga, 204 es Ventanilla) a Puerto en el jeep. Lo cronometraremos de nuevo en febrero.